Desembocar
d esde cuándo nos quedamos en el relámpago inquieto que prefiere el desenlace para no desenredar el hilo de señales que parecen rebotar por entre cuentos de piratas del impulso nómada y acariciar otra vez tu lado de la cama y hay una sombra para nativo de fuego que le robaron el barranco por cuál pájaro me cambiaste si el jardín del secreteo ya estaba desenvuelto en bandadas mixtas ¡ay! son hondos los cielos de tu olvido.