¡Boom!

...montando en el tigre albino de los días lluviosos son muchas aves esquivando cables de luz de la ciudad rota en el cielo tras las palomas que les fue entregada la penosa misión de cagarse en los poetas para despertarlos en el vórtice oceánico de la ciudad rayada en las terminales telefónicas que ya nadie mira porque las señales de tránsito ahora son caricaturas puras y estoy buscando en el fondo de tus sábanas sucias el laberinto montañoso que deja el frío donde se posa tu corazón colgado en el patio con tus cucos azules que usas para practicar porrismo en el coliseo mientras debajo de tu falda estrecha estallan tus pecas que me invitan a convulsionar unas vez más entre tus muslos mientras me devoras el alma y el teléfono público de Une no nos une porque no contestas y he llamado cinco veces dislocado por los anuncios de fiadores gratuitos o las leyendas caóticas como "la república se cae mientras piensas en sexo", Marcela te sacude el mundo en cinco minutos después de tres shows su cuerpo perfectamente armado se balancea lubricado para contener lo que parece ser una diosa del amor si es que los espejos de la habitación te permiten evitar la lengua de Marcela en tu pene haciendo dibujos aprendidos en Panamá, Aruba y Perú...la puerta suena desde afuera, tiempo fuera anuncia el filipichín que pide propina por abrir y cerrar la puerta de la pieza que cuesta 12 lucas más polvo a 70.