ruta pasada

La noche furiosa de viento fuerte dibujando los escapes que vienen acompañados de arquitectura diversa entre las ráfagas fugaces de luces verdes y rojas arrancadas de la ferocidad impulsiva de la calle de los sucios andenes que observan las motocicletas encendidas sobre la avenida que baja hacia el sur, los verdes callejones suben a perderse por los humos del ambiente, un parque donde conversan los sombreados por árboles entre juegos para infantes, justo ahí, en la escena de la vida fotográfica, significando cosas, atrayendo el universo a los pulmones y hablando en la superficie por supuesto, un cronista entre países, en esas voces, respuestas sin escalar en prejuicios pero entendiendo cada palabra, con la semiótica del caso, como el lenguaje quiere decir todo, cada coma, respiración, aliento, palabra desajustada... vienen a la cabeza unos labios...y desconcentro, escribo, me vierto en mí y en esos labios que no tengo ahora mismo.