Alguien pintó una mujer de rostro triste en la cara de la Luna

Es un musical del Norte, de arriba donde el águila descansa. Vas acomodado en el bullicio, todo te parece bien. La noche huele a vallenato de provincia. Hay más putas tristes que nunca, -hoy es el día...retumba en la sala de cine. En algún lugar del Caribe decía el guión digo yo que para salvarse de imprecisiones. Estabas en la noche más rara, con gente rara y carros raros y humos raros y una película tan pero tan rara que se movía se movía y se movía el corazón de mano en mano de tiempo en tiempo. Fue así...casi planeado. No llovía, no habían sueños en la calle pero sí muchas rayuelas y como Julio anda por ahí por lo de su aniversario, de pronto, vi un papel inesperado, lo tomé, lo tuve entre mis manos unos segundos y lo tiré. Pero pensé en él mucho tiempo. En cada letra, en cada número, en cada espacio blanco y silábico. Sentí que no era él pero su pelo me indicó que sí, su cigarrillo, su gorro me despistó pero hablaba en argentino y olía a París de los sesentas y setentas y no me acuerdo de más...había jazz ahora que me acuerdo, una trompeta, un coro de silencios tan agudo, tan profundo que tocaba hacerse el sordo. Luego vi una sombrilla, gente durmiendo y me acordé...en la Luna, hay un rostro de mujer triste pero asustada.