Encargo para una mujer que no conozco

Vamos a decir que yo soy él por unos diez renglones o más.

De pronto me atrevo a decir que las nubes en cúmulo se  acumulan en tu nombre en ese cielo gris por el dolor de estómago y la mala cara de la gente pero el vértigo hace posible salir sin daños cada vez que los días me atracan un poquito y me requisan de ti y les digo que tus besos saben a baby i wanna be your dog y que tus ojos son puerta giratoria, que tu pelo es una advertencia en mayúscula, una caída y soy bueno cayendo y uno quiere ser las cosquillas en el alma, quiere ser el lobo y caperucita, quiere ser el bosque para olerte y perderte y más que el cazador quiere ser la temporada de caza pero nada, no te alcanza, andas en blanco, el guión no es tuyo, vas entre el ruido y el afán y te das cuenta que las líneas que tenías ensayadas se van yendo al sifón y no confiesas porque hay menores en la sala y tú sabes al defensor del televidente quién lo defiende y el horario no es el adecuado pero regálame un poquito más de ti, de tu pocimita y no me dejes ver las contraindicaciones, escóndelas, yo por acá sigo errante, fiel caminante como el Caín de José y no el otro. 

Comentarios

Entradas populares