La maestra se llamaba Sol.

Tiza /@CiertoZarco

En la cabeza me cayó una tiza de mil colores
 de un millón de formas y de cuatro puntas. 

Deformó cuatro cinco ocho doce trece
catorce quince hasta diez mil pensamientos
en serpentinas fugaces y melódicas.

En el abdomen se jugó una olimpiada de centellas,
de calores, goteras y silencios. 
Despertó la voracidad de 
un grito perdido entre la red de luces.

A los pies llegó cansada. 
Sin detenerse para no hacer más
pesado el aire.
...

PANEO
La maestra entró.
Cogió la tiza.
No saludó.
No rezó la oración.
Miró el tablero.
Miró la tiza.
Cerró los ojos.
Los abrió.
Escribió:
Vómito Universal.


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