Elogio a la incoherencia


Mínimas secuelas de amores truncados,
rendijas subterráneas de hedores no pulcros,
visiones de campiñas revueltas en tierras fértiles,
curvosas razones de índoles ajenas,
sólidos que soñaron con ser líquidos,
gaseosos que vivieron intentando atrapar el aire.

Abyectas nociones de asuntos profundos,
prisiones enclenques de libertades inmunes,
se fumaron los derechos en pleno verano,
se filtraron los elefantes por la estrechez de sus labios,
navegaron siendo torpes y esquivaron la demencia.
...
Dejó de leerle y le bajó los jeans hasta las rodillas,
humedeció los dedos en su sexo,
encendió el televisor para despistar,
suprimió el remordimiento y talló las uñas contra su espalda.

La atravesó hasta sentirse en ella,
un epílogo llegó en puntillas y recordó que estaba viva,
que nada la detendría,
que los trenes no frenaron en la estación anunciada,
que los finales los escriben las primeras líneas,
y que después de tirar la moneda al aire todo seguiría
siendo igual.
...
Miró sus manos y no encontró rastro alguno.
Desvió la mirada al sur
y la soledad le regaló una sonrisa
picaresca.






Comentarios

Entradas populares