Ocho renglones sin sal

Va por cuenta de la casa
@CiertoZarco

Hoy parece que tengo que dejar que escriban los escritores. No tengo chispa, agua, ni hormigas. No siento las pestañas, me parece que el café no dice nada y que el azul me da lo mismo. Hoy las mariposas no me parecen la gran cosa, la Coca Cola me sabe a niños tristes, desnutridos y pobres. Hoy soy una moneda de mil falsa, en las manos de un taxista y en las tetas de una prosti. Hoy soy un tiburón blanco en un pozo de petróleo, soy la estrella de mar que llora en el acuario, soy la orca que asesina al delfín porque le emputa su ternura. Hoy intento improvisar mientras corro en el lodo, pero nada resulta. Porque el lodo no me escucha, no me deja correr y se empeña en ensuciarme. Hoy seré una ráfaga, un suspiro, un estertor violento. Seré silencio, seré un orgasmo. Hoy prefiero no encontrarme, pero si me encuentro me pasaré al otro andén.  


Comentarios

  1. Vibrante. Agresivo. Irónico. Sugestivo. Otra salida 'en falso' del pequeño ojos verdes.

    La historia cotidiana dirá sus dos o tres cosas sobre él y claro, le importará un *o, de esos bien portentosos y flatulentos.

    Su sinsed es contagiosa... y ya se me tiró el disfrute de mi última coca-cola de mi adorado desierto. ¡Puta madre!

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  2. Luis muchas gracias por tus palabras. Y me hiciste reír mucho con lo de la Coca Cola... Lo siento

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