De la serie: Cosas de mariposas y otras güevonadas.

Capítulo XII: Un polvito, dos polvitos, cien polvitos…

Por: Ana Botero 

¡Oh señor sexo, rey de todos los placeres! ¡Tus orgasmos son el glorioso grito del universo! El sexo es, para decirlo sin pelitos, el pensamiento constante y perturbante de nuestros agotados cerebros. ¿O no le pasa que usted va en un bus y tiene un ataque de imágenes perversas que humedecen sus interiores? O en su cama, en el baño, en las calles, en los bares; eso es lo bueno del sexo, no discrimina. No voy a las iglesias pero me imagino esa tentación que tienen quienes van.

Bien dice Zableh “Yo no leo libros, yo veo porno” y para ir sin rodeos, yo veo Youporn. Así como dice el Zarquito: no hay que comprar revistas ni películas; en internet, sabrá usted mejor que yo, las páginas se personalizan de acuerdo a su gusto, lo cual es genial porque ahorra tiempo a la hora de buscar para hacerme, bueno el resto ya lo saben.

Tengo que confesarles que he dejado de preguntarme por el origen del universo, por el comportamiento humano, por el dolor o cualquier otro asunto filosófico solo para intentar encontrar un mejor placer que el sexo, o sea ¿existe algo mejor que un orgasmo? por favor dígamelo usted. Pero dígamelo ya, porque si antes ha disfrutado las delicias de un sexo oral bien hecho, con los jugueteos inescrupulosos de lenguas perdidas, no podrá explicarme sensación más deliciosa.

No puedo dar consejos porque vaya usted a saber cómo son sus perversos y animalescos actos sexuales, pero no puedo quedarme sin nombrar ciertos actos que se mencionan frecuentemente. Por favor, se lo pido, no le diga NO al sexo anal hasta haberlo intentado al menos 20 veces, depronto en la 21 se da cuenta de lo erótico y perverso que puede ser el acto, tal vez el ano no solo está hecho para expulsar; búsquele el ladito para algo más divertido.

Las orgías le pueden parecer escandalosas (a algunas mujeres) e inmorales, pero el sexo se trata de eso. Compartir la cama (el baño, el parque, el carro, lo que sea) con alguien de su mismo sexo puede resultarle, tal vez, muy seductor.

No demuestre el hambre; suele desencantar hasta la más loca magia de una fugaz aventura. No hay que ser reina de belleza para tener un baboso o babosa encima demostrándole las ganas que le tiene y no existe algo más fastidioso que eso.

Recuerde mandar para la mismísima mierda al impostor que finalmente no pueda generar un orgasmo en usted bella dama, que enseñando sus profundos pozos solo resulta siendo objeto de depósito de algunos fabulosos fluidos.

Y si usted está ocupado, seguro tiene unos minuticos para darse el inmenso placer sexual que le resultará más agradable que su ocupación; y si está desocupado mucho mejor. Eso si está claro, probablemente todos los polvos que se eche NO serán buenos; por eso hay que buscar tanto.

(Acá le dejo un poco de porno del bueno http://bit.ly/6O8VQg )

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Esto lo escribe Daniel después de publicar el capítulo:

Nota al pie: si quiere saber más de Ana y luego masturbarse, dele clíc al nombre.