De la serie: Cosas de mariposas y otras güevonadas.

Capítulo XI: Sexo hasta por los codos


Por: Daniel Alzate




(Léala por lo menos dos veces, incluyendo la letra chiquita)


Sin importar el pobre conocimiento que tengo del sexo, tomaré la vía más difícil para quedar a medio camino sin gasolina, con tres llantas pinchadas y con el aire acondicionado averiado. No puedo hablar de todos los culos, tetas y vaginitas que he visto, porque la cifra no impresiona a nadie. Tampoco de las mujeres que me han hecho sexo oral, porque además de la discreta protección de identidad, Celia Cruz se llevó esos labios  sin probar este carnaval, Carolina Cruz nunca concretó nada y Lady Gaga aunque me lo pidiera, le diría con frescura que no estoy interesado. 

No sé cuántas veces me masturbé a los 16 viendo Emmanuelle en The Film Zone cuando aprendí que mi mano era un instrumento interesante. No sé cuántos sueñitos eróticos he tenido, pero sé cuántos bóxer he visto manchados por los fluidos nocturnos. En sueños he tenido sexo hasta con mi mejor amiga. Y no son deseos reprimidos ni añoranzas a futuro. Simplemente que la mente se hace la paja mientras uno duerme y necesita bien sea o pegarse de un recuerdo o inventarse una escena erótica con la profesora que me miraba el culo en el colegio.

El 69 es un número impar para acciones pares, pero resulta cómodo ver un culito al revés. Hay mujeres que desprecian la posicición en cuatro porque sienten que sacan el lado 'shakirezco' (la loba en el armario). Hay otras que les gustan los lugares extraños: lavamanos, cocina, garaje, entre otros. 

El sexo debería ser un deber de la constitución política. En los supermercados deberían ofrecer sexo con las cajeras para no hacer tan dispendiosa la espera en la fila. En las iglesias la gente debería comulgar desnuda para dejar tanta mojigatería. En los parques deberían hacer camas en los árboles para tener sexo mientras las ardillas pasan. En los cines las sillas deberían traer condones para emergencias hormonales. Y que levante la mano el que no haya intentado tener sexo en las incómodas sillas de un cine.

Consejos prácticos:
No intente tener sexo oral con un cocodrilo. No se meta con la hija del señor de la tienda porque cuando vaya a comprar condones todo se puede complicar. No se masturbe con la puerta abierta. No crea que hablar de las veces que ha tenido sexo le va a garantizar el interés de un tercero. No compre películas porno, en internet hay muchas opciones. No le busque el atractivo a su perro y no se deje llevar por aquel dicho que dice: "le pongo una almohada en la cara y listo". Ah! y no llame a líneas calientes.


Por el contrario, tenga sexo hasta por los codos, llénese de placer, explore, experimente de manera responsable y decente, y luego no se le ocurra llamar a contarme.

¿Ana has visto dos mariposas teniendo sexo?

Comentarios

  1. Busco modelos y actrices, presentadoras,para una noche de placer, pago el 50 por ciento adelantado desde 10 millones en adelante, absoluta reserva, soy camilo de puerto rico, viajo quincenalmente a bogota enviame tu comentario josephgregory2008@yahoo.es

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