Cartas a mi abuelo

El Homenaje

Como ya dijo Jorge, tu hijo, sabemos que no te gustaban los homenajes. Que no te agradaba figurar públicamente, que lo tuyo era pasar desapercibido. Pero el mundo le devuelve a la gente lo que la gente le entrega. Por eso a varios de nosotros, se nos antojaba obligatorio hacerte un reconomiento para devolverte una parte de lo que nos dejaste y guardar con sumo cuidado la parte que nos queda. Un pequeño 'abrebocas' ante tanto que pudiésemos decir de ti. Antes las miles de formas en las cuales uno pudiera esbozarte, ante las inquietas pinceladas de vivos colores que se riegan en el lienzo de nuestros recuerdos. 

Hoy todos nos divertimos. Nos reímos bastante de ti. Te describimos desde todas las aristas posibles e imposibles. Pero contigo nada es finito. Tus aportes no son medibles, porque nunca creíste que los estabas haciendo. Como citaron hoy muchos de tus amigos: no vivías en este mundo y tu inteligencia era de genios. 

Quería escribirte para que supieras que hoy nos reunimos en tu nombre. Bastante emotivo, por cierto.

Un abrazo, de toda tu familia y amigos. Disfruta esta carta con la abuelita Magdalena y dile que soy yo, Daniel, el de los leones.