Cartas a mi abuelo

Introducción

Periódicamente se publicarán una serie de cartas al señor Joaquín Antonio Isaza Bravo. Quien falleció hace unos meses y en la película de mi vida hizo las veces de Abuelo.


Aquí estaba haciendo una dedicatoria a un libro que me regaló: A sangre fría.

Motivaciones

Todas las posibles e imposibles, existentes y no existentes, las lógicas e ilógicas. Sería irresponsable tener una sola motivación para hacerlo. No eres un hombre al que se le pueda encasillar fácilmente. Eso permite una gustosa variedad en las formas de narrarte y amarte.


Dinámica de la serie

Abuelo, entiendo que debes tener tiempo de sobra para leer. Entonces he decidido dedicar gran parte de mi tiempo a escribirte. No será para preocuparte, lo prometo. Será un digerible encuentro para que gocemos juntos.  

Abrebocas

Abuelo, me pidieron hace poco, que te condensara en un concepto. Arrancaría entonces diciendo que eres conceptualmente incondensable. 

Representas uno, dos, tres universos llenos de formas y sentidos diversos.

Tus intervenciones nunca desprevenidas siempre en el momento preciso y tus pinturas sui géneris fueron el escape de la uniformidad y la monotonía. 

Tus canas se llevaron años de cátedra, tus silencios eran los más sabios del mundo y tus palabras siempre me daban aliento. No eras un hombre ordinario. Vivías divagando en la estratósfera y hasta una cajetilla de cigarrillos era espacio de tu aguda pluma.

Sé que te entendías mejor con la naturaleza que con las personas. Por eso soñabas ser una planta o un río. Pero la carne y la razón te permitían imaginar otros mundos posibles. Eres el único gladiador que he conocido. Agudo, oportuno. Comprensivo, eficaz. Extremadamente inteligente, siempre causando asombro.

La falta que nos haces ya no es cuantificable. Sólo puede sentirse en el modo silencioso. 

¿Estás pensando en un cigarillo? Está bien, hazlo. 

Al tinto que pediste ya le echaron azúcar. Puedes ir pintando mi rostro en esa servilleta, mientras pienso en la primera carta que te escribiré.


Comentarios

  1. Danielucho...¡¡Me parece genial tu idea y, tu introduccion despierta el mejor interes, tal vez hasta tu me podrias ayudar para escribirle una carta a mi padre y así de alguna forma recordar muy buenos momentos que pasamos con nuestro padre...Sé que tu idea le va a encantar, hasta ya se debe estar riendo de nuestras cosas...Un abrazo,,att Tu tío Diego A Isaza A.

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  2. Sin comentarios... incondensable dar una sola opinion a tu escrito... mejor guardare silencio... te quiere Tu tio Jorge

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  3. Dani, sigues siendo tu tan transparente, eso es lo que me encanta de ti; una transparencia sensible y reflexiva. ¿Sabes que identifico a mi abuelo plenamente con el tuyo? Por eso los escalofríos. Aquí estaré para leer todas tus cartas, que además de tocarme e identificarme, me llenan de un goce inevitable de tener cerca a mi vida personas sabias y dedicadas a grandes cosas, como nuestros abuelos. Abrazos inmensos para ti, y sé que es una falta que jamás se llenará.

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  4. Olvidé decirte que la fotografía es preciosa (más aún la anécdota)

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  5. Gracias a todos por los comentarios. Reconforta mucho. Un abrazo.

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