De la serie: Cosas de mariposas y otras güevonadas

Capítulo IX: Hablemos de sueños

Por: Daniel Alzate

Soñar no significa realizar nada. Por eso es que la gente vive pegada de cosas irrealizables para justificar su miserable y mediocre vida. Lo que quiere decir que pasaré mi vida siendo un mediocre. Sé que suena agresivo. Y pensándolo bien, así quería que sonase. Pero tal vez hay cosas que deben decirse como se vengan, sin la salida de baño. Así desnuditas. 

De todas maneras para contradecir lo anterior es mejor soñar. Así no sirva de nada. Así Diógenes el cínico haya dicho que el secreto de la felicidad sea renunciar a la esperanza. No importa. Es necesario aferrarse de imposibles para proyectar posibles. No importa que no sirva de nada proyectar. Créase la película. Así no sirva de nada meterse en el rollo. Métase hasta al fondo, hasta que se estrelle y sangre. Le saldrán carachas que con el tiempo pueden quedar en queloide o tal vez pueden reabrirse. Tal vez lo sueños sean como el Isodine para las carachas que el alma nos guarda en el baúl de lo que no se quiere recordar pero que es inevitable.

Siga soñando. Siga pensando que puede hacer algo por el mundo así no pueda hacer nada. Lo que vale es la intención... así me decían los profesores de educación física cuando querían posar de una modesta elegancia intelectual.

Lo único importante de soñar es cogerse al mundo sin condón. Jodérselo, para desquitarse por todas las veces en que el mundo nos ha jodido sin piedad. Sólo soñando las balas podrían convertirse en notas musicales y la gente moriría bailando.

Sol Re Mi Fa Sol La Si Do...muéranse todos soñando para que despierten ensangrentados de esperanza y encuentren lo que no buscaron.

PD: Ana te dedico la melodía que tocan los huesos cuando hace frío. Sueña que tú eres los huesos y el frío y todo el universo entero.