Precuela no autorizada


Las grietas del aparato creativo se envolvieron en el vino de un plagio disfrazado de genialidad. Al final resulté siendo un aforismo. Un insulto. Un dinosaurio. Una libélula extinta. 

Y cuando cerró los ojos, el dinosaurio no había llegado aún. 

Espero que Monterroso haya pensado los antecedentes en cámara lenta.

Nadie se preguntó si fue herbívoro o carnívoro. Sólo llegó allí para
que la historia tuviese un sujeto. Llegar no es lo mismo que venirse.
Cerrar los ojos para ver las ballenas.
Atreverse a ser, es por estos días cazar dinosaurios.

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